Es como siempre se dice: Encontrar a una persona con la que tienes las tres cosas, es como ganar la lotería. ¿Pero qué es lo que realmente importa? ¿Cuál de los tres es el que más significado tiene a la hora de iniciar o tener una relación con una persona?
Buff…. Vaya pregunta más complicada.
Hace unos meses comenté este tema con varias amigas por experiencias personales que hicimos cada una a lo largo de nuestras vidas de solteras. Yo por mi parte había conocido pocos, no, muuuuy pocos chicos que realmente me gustaban, por no decir ninguno que hubiera podido abarcar los tres pilares para mi tan fundamentales. Las que han leído mi libro Babum, saben perfectamente a que me refiero. Para las que no, os pongo el extracto:
Pienso que una relación de pareja se puede dibujar cómo un edificio, un templo con tres columnas. La primera columna contiene todos esos aspectos del día a día, las cosas que tenemos en común, la edad, el estatus, intereses, planes para el futuro, básicamente todo lo que nosotros consideramos importante para estar con alguien. Aunque sean hechos, al final el contenido es muy subjetivo porque al final algunas personas les dan más importancia a algunas cosas que a otras, pero creo que cada uno sabe a qué me refiero con la primera columna.
La segunda es la de la química, la pasión, el sexo. No se trata de si la pasión de una pareja disminuye después de unos meses o no. Se trata más bien de lo satisfecha que está la pareja con su vida sexual y si ambos convergen en este sentido, si quieren y les gusta lo mismo.
La tercera columna es la más difícil de describir y va de emociones, cariño que no sea a nivel platónico, amor. El amor significa para muchas personas algo distinto y después de leer tanto, sé que realmente no sé nada, ni siquiera qué es lo que el amor significa para mí personalmente. Hoy en día solo puedo especular y quizá algún día, al leer mis propias palabras, sabré si he acertado. El amor debe ser una mezcla de muchas reacciones y sentimientos, el efecto Babum cuando ves a una persona, esos nervios antes de que entre por la puerta, la cara de cumpleaños que pones cuando te sonríe… La primera persona en la que piensas al despertar y la última a la hora de dormir. ¿Necesitas a esa otra persona para vivir? No. Pero no quieres y puedes imaginarte una vida sin ella. ESTO para mi es la tercera columna.
Una relación necesita para su funcionamiento al menos dos de esas tres columnas, ya que es la única forma de mantener el edificio...
Es curioso que desde que escribí estas palabras, hayan pasado tantos años y que, aunque yo misma probablemente he cambiado en tantos aspectos, este punto lo sigo viendo igual. Es más, entre más tiempo pasa, más convencida estoy de mi teoría de los tres pilares.
Lo difícil es, esquematizar lo que no es esquematizable (¿eso es una palabra?): Las personas que entran en nuestras vidas. Puedes conocer a una persona que de primeras te encanta a nivel cognitivo, tienes conversaciones profundas con ella y de paso os parecéis mucho, pero luego después de meses te das cuenta, que realmente no te hace sentir bien. Que simplemente te da la sensación, que en su lista de prioridades ocupas un lugar – digamos – semi-significativo. ¿Qué haces? ¿Sigues a pesar de la frustración que te va generando?
También puede ocurrir que conozcas a una persona que de primeras no te interese tanto, pero sí que tenéis cosas en común y a nivel físico todo funciona de maravilla. Pero sigue faltándote ese extra, esas conversaciones profundas, esa compenetración a nivel mental y al final te das cuenta de que vuestras personalidades son muy distintas. ¿Y ahora? ¿Qué decides?
En la conversación con mis amigas no llegamos a un resultado muy claro de lo que es lo más importante para cada una, si es la persona como tal o el como te hace sentir.
Yo por mi parte me he dado cuenta, que no soy capaz de ceder o renunciar a ninguna de las dos cosas. Identifiqué que necesito una persona que en su conjunto me deslumbre desde un principio. No hablo de perfección, que no creo que exista ni que sea deseable, pero sí de alguien a quien admiro, que me atraiga, que me encante en todos los sentidos y luego que esa persona poco a poco se abra camino a los tres pilares que describí antes.
¿Complicado? Quizás… pero sigo confiando en que no sea imposible…
¿Y vosotr@s?